
Hoy me desperté y vi la hora en mi reloj y eran las 9:05 a. m., a los dos minutos vi la hora en el celular y eran las 8:07 a. m... Al principio no entendía, luego me acordé que en Francia se retrasaba la hora por el tema de las estaciones. Fue una sensación extraña, es como el jet lag versión mini, o sea, sentí que de alguna manera me habían regalado una hora de vida, como si tuviera la oportunidad de repetir algo porque iba a volver a vivir la misma hora otra vez... no sé si me explico.
Por otro lado, ayer estaba leyendo el blog de mi amiga Adriana Lara, que se llama: No ToDO eS cOMo lo PiNTaN http://www.tujhaml.blogspot.com/, y estaba reflexionando un poco recordándome que la vida es una sola y hay que vivirla. Algunos escogen ciertas maneras de vivirla, a veces yo hago cosas "locas", otras solo lo que me provoca en el momento; sin pensarlo mucho, solo actuar por instinto. Por eso, esta mañana desayuné rapidito y luego me fui a trotar. ¿Que hacía frío? ¿que tenía tarea por hacer? ¿que blah-blah? No, me puse una ropa deportiva, creé una lista de reproducción de música en el celular llamada jogging y luego me fui a trotar...
Trotar en Noisy le Grand es super genial, en un principio lo veía medio X, pero luego me di cuenta que no sabía de lo que me perdía. La primera vez que vine, vi a unos chamos trotando, y me dije que me gustaría hacer lo mismo, así que hoy tomé la misma ruta que aquellos aquel día y me lancé en la aventura. Luego cuando ya tenía como 30 minutos dándole a las piernas, revisé el GPS y vi que tenía cerca un parque gigante, así que le pregunté a un señor como de 60 años con el que me topé, y resulta que el señor empezó a trotar conmigo y hasta me llevó al parque, y luego se devolvió. Primero estaba gratamente sorprendido por la gentileza del señor, o sea, ¿llevarme al lugar, y trotando? Nah, demasiado fino; y aparte de eso, estaba también sorprendido de lo hermoso que era el parque. Bueno, ahí fue cuando empezó lo más emocionante de todo, empecé a trotar por ese parque que era como mágico, todos los árboles tenían colores diferentes, los rayos del sol le daban un toque Divino al agua, que era suavemente desplazada por unos cisnes blancos.
Luego de 70 minutos trotando me acordé que tenía una cita en una hora y que debía regresar, el problema es que regresar no sería tan fácil, jejeje. Gracias a Dios tengo el GPS instalado en el cel, sin embargo, estuve un rato perdido porque no encontraba cómo atravesar un río para llegar a una estación de tren que estaba cerca. Cuando por fiiiiiin la encontré, resulta que tuve que tomar un tren (una estación), luego un bus (como 15 paradas) y luego otro tren (4 estaciones). Sí, fue bastante tortuoso regresar. Para la próxima me devuelvo trotando. No obstante, fue genial perderme, porque conocí nuevos lugares, nuevas rutas y hasta un sistema de tren que nunca había usado, llamado Transilien.
Ya luego les contaré cómo fue cuando me perdí en bicicleta en Alemania el año pasado, fue de un cómico y de miedito pero, cómico al fin. En síntesis, es super genial perderse, tomar nuevas rutas, probar nuevas comidas, conocer nueva gente, escuchar nueva música, ¡SALTAR LA MONOTONÍA!
Recomendación del autor: no salgas sin cash, tu celular con batería e identificación.
Bon courage!